sábado, 7 de agosto de 2010

1984

Hace unos días acabé de leer 1984 de George Orwell y (aunque tampoco soy un lector muy entusiasta) he de decir que es de lo mejorcito que he leído (si os pica la curiosidad, lo mejor que he leído es Cometas en el cielo de Khaled Hosseini).


A lo que íbamos: 1984 narra la historia de Winston Smith en una supuesta sociedad futura. En ella todo, absolutamente todo, está controlado por el Partido, sus Ministerios y el Gran Hermano. El que es distinto, es eliminado. El que siente, es eliminado. El que piensa, es eliminado. Winston “sufre” estas tres premisas y encima se le cruzarán obstáculos en el camino. Políticamente, es una dictadura perfecta: la gente no se puede agrupar porque no sabe si se está aliando con su enemigo (Divide y vencerás – Refrán popular), así el sistema se puede perpetuar.



George Orwell, es el seudónimo de un escritor y periodista inglés. Su vida está marcada por el hecho de no ir a la universidad (la economía familiar no lo permetía) y alistarse al ejército para luchar a Birmania. Años después, tomó parte en la guerra civil española defendiendo al POUM (partido de ideología trotskysta) en el tiempo que estuvo por Barcelona escribió Homenaje a Cataluña. Se puede deducir, por su presencia en guerras que Orwell luchaba contra los totalitarimos, y 1984 es la visión de sobre una sociedad totalitarista en un futuro no muy lejano (fue editada en 1949 y ambientada sólo 35 años después) . Se puede creer que 1984 es la distopía (antónimo de utopía) de la sociedad con al que soñaba Orwell. Enfermó y murió a los 46 años.


Cómo veis el destino de Winston venía marcado desde pequeño, debía obedecer o obedecer: él no disponía de libertad. Las preguntas que se plantean al acabar 1984 es ¿Estamos tan lejos de la sociedad de 1984? ¿Somos libres?. No considero que seamos tan libres cómo creemos, los que vivimos en las sociedad desarrolladas debemos seguir un esquema: nacer + colegio + (formación superior) + trabajar + jubilarse + lo que puedas hacer después de años de matarse a trabajar. El que se sale de este esquema, corre el riesgo de ser excluido socialmente, cómo sucede con los proles en 1984.

PD: Recuerdo cómo nuestra profesora de Filosofía en Bachillerato, se despedía siempre con “sigueu lliures” (sed libres). Siempre me iba pensando de clase que quería decir: ¿es lo que nos desea? ¿Es una ironía porque mañana volveremos a estar sentados en el mismo pupitre?
Sea lo que sea, sigueu lliures.

3 comentarios:

  1. Es obvio que no somos libres. Aparte de sentarte a reflexionar sobre esa línea que todos más o menos estamos siguiendo (¡sí, tú revolucionario de pacotilla, tú tb la estás siguiendo! por si me está leyendo algún amigo del SEPC o algo por el estilo) nuestra educación ha influido en esto hasta el punto en que, dentro de nuestras motivaciones humanas, se encuentra la seguridad que te otorga la propiedad privada. Se ha metido tan dentro de nuestras entrañas, que creo que cada vez que vomitas sacas de ti capitalismo. Porque sí, creo q este es el problema. Un sistema del que me acuerdo cada vez que me pinto los ojos, me visto y voy a la universidad.
    Claro que, tampoco sé cuál es la solución, ni el sistema a seguir. Espero tengamos suficiente ahínco e ímpetu para inventarnos un nuevo sistema, en vez de reivindicar el fracaso de los ya acontecidos.

    ResponderEliminar
  2. Pues me ha encantado tu reseña, creo que mi ciudad imaginaria es grande pero mi bitácora es pequeña, y que voy a buscar ese libro que dices a ver si lo encuentro en castellano en mi biblioteca pública y lo puedo leer... que soy un cotilla. Insisto, muy buen artículo, y un gran abrazo. ^_^

    ResponderEliminar
  3. Quería publicar el post sobre la pirámide de Maslow antes de responder a Tatiana, siento la tardanza. Si la pirámide es cierta, nos importa más la sociedad que nosotros mismos (simplificando muchíiisimo). Así pues no querremos quedar mal delante de la sociedad, y aunque tengamos muchas ganas de cambiarla, mejorarla, modificarla, podrás mobilizar algunas personas, pero las otras que no quieren quedar mal se quedarán ahí viéndote pasar. En un cambio tan brusco como el que planteas, cualquiera que no esté de tu parte es un "enemigo". Así pues tal vez hay que convencer "los que se sientan a ver lo que pasa", que son la mayoría (creo yo) y los más peligrosos.

    ResponderEliminar

Aquí es dónde vosotros habláis. Dejad vuestra opinión/crítica/sugerencia/consejo. Todo sirve para intentar mejorar.