Estos
días está en boca de todos el aumento de tarifas del transporte público, y no
es para menos: el billete sencillo del metro de Barcelona ha subido ¡un
38%! (de 1,45€ a 2€) y la T-10 ¡más de un 10%!
En
Madrid, el aumento ha sido aún más abrupto: han pasado de viajar en
metro por un 1€ a hacer por 1,5€ (aumento del 50%). Si de un día para otro hay
un aumento tan notable, la gente se enfada. El problema ha sido cuándo un
iluminado publicista ideó el eslogan “¡Más por menos!” y comparaba los precios
del metro diversas ciudades:
Obviamente
tras esta
campaña han surgido asperezas y se ha hecho una plataforma para
recoger firmas en protesta. (Link):
Cierto
es que en estos países mostrados el SMI es mayor, pero también lo es el coste
de la vida. También es cierto que al elaborar una relación precio del billete
dividido entre SMI, el ratio de España es de
los más elevados en Europa.
Aquí
adjunto una tabla de elaboración propia donde vemos que el SMI crece pero no
tan rápido cómo lo hacen el precio de las T-10s en Barcelona:
¿El aumento está justificado?
Según
la
web de TMB (Transports Metropolitans de Barcelona), en el año 2001 la mitad
de los ingresos venían de los usuarios y la otra mitad de subvenciones. Desde
entonces los costes han crecido un 141% y los ingresos sólo un 94%, cosa que ha
hecho que se pierda el equilibrio en la balanza usuarios (40% de todos los
ingresos en 2011) - subvenciones (60% de los ingresos).
Ante
tal adversidad unos jóvenes estudiantes de Ingeniería de la UPC, tuvieron la
idea de vender
las T10s más baratas, acompañandolas de publicidad. Así crearon una web, promobilletes, que levantó bastante
polémica y después de una reunión con Autoritat del Transport Metropolità
(ATM), suspendieron
temporalmente su actividad. El Ayuntamiento lo justifica alegando
que promobilletes no tiene licencia.
Es
normal que la gente proteste al ver un aumento tan abrupto, aunque la gente
puede entender que haya crisis, pero le cuesta entender que sean ellos quienes
tengan que pagar por los errores de políticos: desde aeropuertos nada
rendibles, trenes de alta velocidad que son un despilfarro, y para
colmo casos de corrupción. Último dato: un diputat del Parlament de Catalunya
residente en Barcelona, cobra
21.605,22€/año libres de impuestos en concepto de dieta para un
desplazamiento interurbano. Hago números y me salen muchas T-10s (más de
23000).
Fuentes:
-
2 artículos de La Vanguardia: publicidad
del metro de Madrid, noticia
sobre promobilletes.
-
La Viquipèdia: evolució
dels preus de la T-10
-
El facebook de Alfons López Tena: crítica
a los políticos sobre el transporte público.